Estudio revela que ver imágenes de la naturaleza puede reducir la sensación de dolor en el cerebro

Neurocientíficos descubren que estas imágenes calman la mente al instante.
Neurocientíficos descubren que estas imágenes calman la mente al instante.

Un nuevo estudio ha revelado que observar imágenes de la naturaleza puede reducir la sensación de dolor en las personas. La investigación, llevada a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Viena, ha utilizado resonancias magnéticas funcionales (fMRI) para estudiar la actividad cerebral de 49 participantes mientras experimentaban pequeñas descargas eléctricas en la mano.

Metodología del estudio

Los participantes del estudio fueron expuestos a tres tipos de imágenes durante el experimento. Estas imágenes incluían paisajes naturales, imágenes urbanas y una imagen neutral. El objetivo era observar cómo cada tipo de imagen afectaba la percepción del dolor y la actividad cerebral de los sujetos.

Resultados del experimento

Los resultados obtenidos fueron sorprendentes. Cuando los participantes miraban imágenes de la naturaleza, reportaban sentir menos dolor en comparación con las otras imágenes. Además, se observó que la actividad cerebral en una región específica del cerebro, que está relacionada con el procesamiento del dolor, disminuía significativamente.

Implicaciones del estudio

El estudio, que fue publicado en la revista Nature Communications, sugiere que la visualización de imágenes naturales no solo actúa como un placebo, sino que provoca una respuesta real en el sistema nervioso. Los investigadores proponen que la naturaleza tiene la capacidad de captar nuestra atención y distraernos del dolor, un fenómeno que se conoce como la teoría de restauración de la atención.

Contexto histórico

La relación entre la naturaleza y la salud ha sido objeto de estudio desde hace décadas. En los años 80, un estudio pionero demostró que los pacientes hospitalizados que podían ver paisajes naturales se recuperaban más rápidamente. Sin embargo, hasta este nuevo estudio, no se había comprendido completamente el mecanismo detrás de este efecto en el cerebro.

Los hallazgos de este estudio abren nuevas vías para la investigación sobre cómo la exposición a la naturaleza puede ser utilizada como una herramienta para el manejo del dolor y la mejora del bienestar general.