¿Paso a Paso o Caída a Caída? ¿O Muerte a Muerte?

Vivimos las consecuencias de un plan irreal ante una pandemia real.

La falta de rigor -y de respeto- que demuestra cada semana la política sanitaria implementada por el gobierno es el fondo de todas las faltas cometidas por la población en general. Las fiestas clandestinas, que ocurren tanto en Quilicura como en Zapallar, no son el principal foco de lo que no hay que hacer en una pandemia, sino solo un efecto de lo realmente determinante que se ha hecho mal.

Cuando las normas que se pretenden aplicar no terminan de tener sentido, cuando no se toma en cuenta la realidad de cada lugar para imponer protocolos, cuando se da a entender que no es tan malo (o que está dentro de lo esperable e imposible de haber prevenido) que se registren 4 mil contagios diarios, la autoridad pierde toda credibilidad, lo que provoca que la pandemia también la pierda.

¿Cómo entiendo que se pueda ir a trabajar de lunes a viernes, pero no salir los fines de semana? ¿Qué se desprende de la facilidad con la que se entregan permisos por internet, sin verificaciones de ningún tipo? ¿Por qué es más fácil viajar a Brasil, EEUU y otros países duramente afectados por el Covid, que viajar dentro de Chile?

Por otro lado, en nuestro país hay varias ciudades grandes, pero muchísimos más pueblos. Yo vivo en Licán Ray, región de La Araucanía. Mi pueblo pertenece a la comuna de Villarrica, pero la ciudad de Villarrica queda a más de 20 kilómetros. Sin embargo, nos someten a las mismas normas de cuarentena, siendo que en Santiago comunas colindantes tienen fases distintas del plan “Paso a Paso”.

O sea, en Santiago puedo cruzar una calle y estar en una fase más permisiva del plan, pero en Licán Ray no me puedo ir a bañar al lago, porque se registró un alza de contagios a 20 kilómetros…

La pandemia es real. Y mata. Sobre todo a adultos mayores. Es un hecho. Cuando el Covid-19 llegó a Chile, lo hizo en avión. También es un hecho. Cuando la variante británica del virus llegó a Chile, lo hizo en avión. Un hecho también.

¿Por qué entonces se restringen todo tipo de traslados, excepto los que ocurren entre aeropuertos?

Más de 20 mil familias se merecen una buena respuesta (o al menos una honesta), por la memoria de sus muertos.

 

Mario Cuche