Un grupo de científicos internacionales ha descrito por primera vez una nueva especie de ave extinta que habitó en lo que hoy es Brasil, la cual ha sido nombrada Navaornis hestiae. Este hallazgo, que se remonta a hace aproximadamente 80 millones de años, se ha publicado en la revista Nature y representa un avance significativo en el estudio de la evolución de las aves.
Descripción del hallazgo
El Navaornis hestiae fue identificado por investigadores de diversas instituciones de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Portugal y el Reino Unido. Este espécimen presenta un cráneo con una estructura que se asemeja a las aves modernas, aunque pertenece a un linaje primitivo. El descubrimiento se realizó en un yacimiento paleontológico en Presidente Prudente, en el sureste de Brasil, donde se encontraron los restos durante excavaciones sistemáticas que comenzaron en 2017, lideradas por William Nava, responsable del Museo de Paleontología de Marília en San Pablo.
Características del fósil
El fósil de Navaornis hestiae es notable por su conservación en tres dimensiones, lo que permite realizar comparaciones detalladas con las aves actuales. Este tipo de preservación es inusual para el período Mesozoico, donde los fósiles suelen estar aplanados, lo que dificulta su estudio. Según Agustín Martinelli, investigador del Conicet y jefe de la Sección de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN), “la preservación 3D resulta inusual en el registro de este período”.
El Navaornis hestiae es un ave sin dientes, con ojos grandes y un cráneo abovedado, que presenta características arcaicas en su paladar y un telencéfalo pequeño, así como un cerebelo poco desarrollado. Este conjunto de rasgos refleja una etapa intermedia en la evolución de las aves, similar a la de Archaeopteryx.
Contexto ecológico
El ambiente en el que habitaba el Navaornis hestiae estaba caracterizado por la presencia de ríos y una vegetación abundante. Se estima que este animal se alimentaba de insectos y otros pequeños organismos, desplazándose cerca de las orillas de los ríos. En su hábitat coexistían tortugas, lagartos y cocodrilos, así como aves voladoras de pequeño tamaño, que alcanzaban una longitud de aproximadamente 12 centímetros y que se asemejaban a las palomas.
Importancia del descubrimiento
La relevancia de este descubrimiento radica en que el Navaornis hestiae presenta características primitivas que desafían las creencias anteriores sobre la evolución de las aves en el Jurásico. Según Martinelli, “la morfología presenta características actuales, aunque claramente primitivas”. Este hallazgo contribuye a un mejor entendimiento de la evolución de las aves y su diversificación tras la extinción masiva que marcó el final de la era Mesozoica, hace aproximadamente 65 millones de años.
El financiamiento para esta investigación provino de varias fuentes internacionales, incluyendo la Fundación FAPERJ y otras instituciones de historia natural en Los Ángeles.
