
Un viaje tumultuoso que dejó cicatrices emocionales y un legado imborrable en sus vidas.
Johnny Depp y Winona Ryder se convirtieron en una de las parejas más emblemáticas y apasionadas de la década de los noventa. En el momento en que se conocieron, Depp contaba con 27 años y Ryder con 18, ambos eran jóvenes actores en ascenso en la industria del cine. Winona, originaria de Minnesota, había participado en películas como Beetlejuice y Heathers, mientras que Depp se preparaba para su papel protagónico en Cry-Baby. Antes de conocer a Ryder, Depp había estado casado a los 20 años con Lori Anne Allison, de quien se separó poco después de llegar a Hollywood. Posteriormente, tuvo compromisos con otras actrices como Sherilyn Fenn y Jennifer Grey, pero ninguna de estas relaciones prosperó. Sin embargo, todo cambió cuando conoció a Winona, quien hasta ese momento no había tenido una relación seria.
La primera vez que Depp y Ryder se vieron fue en 1989, durante la premier de la película ¡Grandes bolas de fuego!, en la que Ryder actuaba. En una entrevista con Rolling Stone a principios de 1991, Depp recordó ese encuentro, describiendo la experiencia como “una mirada clásica. Como el zoom de West Side Story, todo lo demás se ve borroso”. Ryder complementó esta descripción, señalando que aunque el momento no fue largo, se sintió como si estuviera “suspendido” en el tiempo. La pareja se conoció formalmente unas semanas después gracias a un amigo en común. Aunque Winona mostró cierta desconfianza al principio, la timidez de Johnny la cautivó. Tras una primera cita, la familia de Ryder aceptó a Depp, y cinco meses después, a finales de 1989, se comprometieron y decidieron mudarse juntos, primero en Nueva York y luego en Beverly Hills.
Su relación también capturó la atención del público cuando ambos protagonizaron la película El joven manos de tijera. Depp expresó en la misma entrevista que: “No ha habido nada durante mis 27 años que se compare al sentimiento que tengo con Winona. Es como este extraño átomo atado, o algo así. Puedes pensar que algo es real, pero es diferente cuando lo sientes”. Además, Depp se tatuó el nombre de Ryder en su brazo, un gesto que sorprendió a la actriz, quien comentó: “¡Es algo muy importante porque es tan permanente!”. Sin embargo, la felicidad de la pareja no duraría para siempre. En 1993, poco más de tres años después de su compromiso, la relación llegó a su fin.
Existen diversas versiones sobre las causas de su ruptura, incluyendo la juventud de Winona y la influencia de los medios de comunicación y los fanáticos en su relación. En una entrevista con Los Angeles Times, Depp admitió que “es muy difícil tener vida personal en esta ciudad” y que su error fue ser tan abiertos sobre su relación. Afirmó que pensó que la honestidad podría ayudar a combatir la curiosidad del público, pero en cambio, “lo alimentamos. Le dimos permiso a las personas de sentir que eran parte de ello”. Tras la separación, Winona Ryder experimentó una profunda depresión. En una conversación con la BBC, reveló que tuvo problemas con el consumo de tabaco y alcohol, y que una vez, mientras se encontraba en un hotel, se quedó dormida con un cigarrillo encendido, lo que provocó un incendio en la habitación. Ryder consideró este incidente como un “llamado” para alejarse de esas sustancias.
Respecto al tatuaje, Depp intentó borrarlo, logrando eliminar la “n” y la “a” del nombre de Ryder. Sin embargo, algunos informes indican que no soportó el dolor del procedimiento láser, y finalmente, el tatuaje quedó como “Wino forever” (borracho para siempre), un texto irónico que reflejaba su intento de deshacerse de un recuerdo de su gran amor. Tim Burton, uno de los directores con los que Depp ha trabajado con frecuencia, comentó que después de la ruptura y cuando Depp comenzó una relación con Kate Moss, el actor no volvió a ser el mismo. Burton expresó: “No es lo mismo que con Winona. Me sentía raro al estar junto a él, como si ya no fuera Johnny. Es casi como si Winona se hubiera llevado su alma, su amor.”