Salario mínimo en Argentina: nuevo ajuste y su impacto en la economía familiar

Salario Mínimo
Salario Mínimo

El salario mínimo, vital y móvil en Argentina se ajusta a partir de octubre de 2024, alcanzando un monto de $271.571,22 para trabajadores mensualizados y $1.357,86 por hora para jornalizados.

El salario mínimo, vital y móvil (SMVM) desempeña un papel fundamental en las relaciones laborales en Argentina. Este salario, que se establece por ley, representa el ingreso mínimo que debe recibir un trabajador por una jornada laboral completa. La determinación del SMVM tiene un impacto significativo no solo en los empleados que se encuentran en la formalidad laboral, sino también en aquellos que trabajan en la informalidad, ya que se utiliza como parámetro para definir diversas prestaciones sociales.

En un contexto de alta inflación, el SMVM se ha convertido en un tema prioritario en la agenda económica y social del país. A partir del 1 de octubre de 2024, entró en vigencia el último ajuste del SMVM, que fue fijado en un 15,9% por el Gobierno Nacional a fines de julio. Esta actualización representa un incremento del 1,3% respecto al monto establecido en septiembre. Según el acuerdo alcanzado en el Consejo del Salario en julio, se determinaron incrementos escalonados para los meses de octubre. Así, a partir del 1 de octubre, los trabajadores mensualizados recibirán un salario de $271.571,22, mientras que los trabajadores jornalizados alcanzarán un salario de $1.357,86 por hora. Este nuevo valor representa un aumento respecto a septiembre, donde el SMVM era de $268.056,50 y $1.340,28 por hora. Sin embargo, en términos reales, el SMVM acumula una caída del 30,49% en comparación con 2023 y del 29,10% sobre noviembre del año pasado, debido al impacto de la inflación.

El SMVM, como figura dentro del marco normativo, se define como la remuneración mínima que debe percibir un trabajador por su jornada laboral completa, independientemente de la categoría o modalidad de contratación. Este derecho está garantizado por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que establece que el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, asegurando un “móvil”. Posteriormente, la Ley de Contrato de Trabajo (N° 20.744) reglamentó esta disposición, definiendo el SMVM como “el menor efectivo sin cargas de familia, que le asegure al trabajador alimentación, vivienda, educación, vestimenta, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional”. El carácter “vital” del SMVM hace referencia a que debe ser suficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia, mientras que el término “móvil” implica que debe ajustarse periódicamente para preservar el poder adquisitivo frente a las variaciones de precios.

Además, el SMVM también sirve como piso salarial para determinar algunas prestaciones sociales, asignaciones familiares y cuotas alimentarias para los hijos. En cuanto a la Canasta Básica Total (CBT), que es un indicador utilizado para medir el costo de vida y los niveles de pobreza, esta fue elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). La CBT incluye un conjunto de bienes y servicios que son considerados básicos para una familia tipo. Según los últimos datos oficiales publicados por el INDEC, el costo de la canasta para un adulto equivalente se situó en $118.926,32 a nivel nacional, lo que implicó un aumento del 4,4% respecto al mes anterior. La CBT incluye la Canasta Alimentaria (CBA), que contempla los alimentos y bebidas mínimos, así como estimaciones de gastos en indumentaria, transporte, salud, entre otros rubros considerados esenciales. En términos interanuales, la CBT registró un aumento del 230,1%, lo que refleja la fuerte inflación que han enfrentado los hogares argentinos durante el año. La línea de pobreza se utiliza para identificar a aquellos cuyo ingreso total no les permite adquirir los bienes y servicios necesarios, considerándolos así como pobres.