Rusia toma decisiones clave tras el derrocamiento de Bashar al Assad en Siria

El ajedrez ruso y su sacrificio estratégico en la Siria de Bashar al Assad.
El ajedrez ruso y su sacrificio estratégico en la Siria de Bashar al Assad.

En una serie de eventos que han sacudido el equilibrio geopolítico en la región, Rusia se ha visto obligada a replantear su apoyo al régimen de Bashar al Assad en Siria tras el levantamiento de los rebeldes insurgentes. Este cambio de estrategia se ha visto influenciado por la situación en Ucrania, lo que ha llevado al Kremlin a sacrificar a su aliado sirio, quien había sido un pilar de su política en el Medio Oriente durante más de dos décadas.

El derrocamiento de Bashar al Assad

Durante casi diez años, el respaldo militar y político de Rusia fue crucial para la supervivencia del gobierno de Bashar al Assad, quien había gobernado Siria durante 24 años, heredando el poder de su padre, Hafez al Assad, en 1971. Sin embargo, el reciente levantamiento de los rebeldes insurgentes ha cambiado drásticamente la situación. En un corto período, los rebeldes lograron capturar ciudades clave como Alepo y Homs, llegando incluso a amenazar la capital, Damasco. A pesar de los intentos iniciales de Rusia de apoyar al régimen con bombardeos, los insurgentes lograron un avance significativo, lo que llevó a la caída del gobierno de Assad.

El Ministerio de Exteriores de Rusia confirmó que, como resultado de negociaciones, Bashar al Assad decidió renunciar a la presidencia y abandonar el país, instruyendo una transferencia pacífica del poder. Al día siguiente, se confirmó que Assad y su familia se habían trasladado a Moscú, donde recibieron asilo político del Kremlin.

La pérdida de un aliado estratégico

El académico Gilberto Aranda, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, describió el derrocamiento de Assad como una “grave pérdida” y un “revés” para Rusia. Desde 1958, Rusia había mantenido una relación especial con Siria, que se intensificó durante el mandato de Assad. Aranda destacó que el Kremlin había sido fundamental para sostener al régimen de Assad, especialmente en los años críticos de 2014 y 2015, cuando la situación del gobierno sirio era precaria.

A pesar de la pérdida de Assad, Rusia aún mantiene bases militares en Siria, incluyendo la base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus. Sin embargo, la caída del régimen de Assad plantea incertidumbres sobre el futuro de estas instalaciones, especialmente dado que el grupo que ha tomado el control es una facción vinculada a Al Qaeda, compuesta por diversas facciones con diferentes ideologías.

Contactos con nuevos actores en Siria

Recientemente, Rusia ha comenzado a establecer contactos con el Organismo de la Liberación del Levante (HTS), la coalición insurgente que ha derrocado a Assad. El viceministro de Exteriores ruso, Mijaíl Bogdánov, declaró que estos contactos se están llevando a cabo en un ambiente constructivo, con la esperanza de que los nuevos líderes cumplan con sus responsabilidades en la región.

En cuanto a las bases militares rusas, Bogdánov aseguró que permanecerán en Siria, ya que su presencia fue solicitada por las autoridades sirias y su objetivo es combatir el terrorismo, incluido el Estado Islámico. Rusia ha adoptado una postura cautelosa, evitando calificar a los grupos que participaron en la caída de Assad como terroristas, lo que podría facilitar un acuerdo sobre el futuro de sus bases.

La influencia de Ucrania en la decisión de Rusia

La decisión de Rusia de distanciarse de Assad está intrínsecamente relacionada con la situación en Ucrania. Según el director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae, Alberto Rojas, la guerra en Ucrania ha sido desgastante y costosa para Rusia, lo que ha llevado a la movilización de recursos que anteriormente estaban destinados a Siria. Esto ha debilitado el apoyo que Rusia podía ofrecer a Assad.

Aranda plantea que la situación actual demuestra que Rusia no es un poder global, sino más bien un poder regional que no puede sostener múltiples frentes al mismo tiempo. La concentración de Rusia en el conflicto ucraniano ha limitado su capacidad para mantener su influencia en Siria, lo que ha llevado a la decisión de priorizar sus recursos en el frente ucraniano.

Despliegue militar y tensiones en Ucrania

Mientras tanto, Rusia ha intensificado sus operaciones militares en Ucrania, con un enfoque en las regiones de Donetsk y Kursk. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha advertido que Rusia responderá a los ataques ucranianos en el momento que considere conveniente. En este contexto, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, ha solicitado el despliegue de misiles Oréshnik en su territorio, lo que podría aumentar las tensiones en la región.

La situación en Siria y Ucrania continúa evolucionando, y el futuro de las bases rusas en Siria dependerá de las negociaciones en curso y de la capacidad de Rusia para mantener su influencia en un entorno geopolítico cambiante.