
El consumo excesivo de sal puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
El papel de la sal en la alimentación chilena
La sal, un condimento esencial en la cocina chilena, ha sido utilizada históricamente para conservar alimentos y realzar su sabor. Sin embargo, su consumo excesivo se ha convertido en un factor de riesgo para diversas enfermedades. En una entrevista con BioBioChile, Cecilia Sepúlveda, presidenta del Colegio de Nutricionistas, explicó cómo este condimento impacta negativamente en el organismo, señalando que un consumo problemático puede llevar a la hipertensión, la cual es considerada una puerta de entrada a otras patologías.
El sodio y su función en el organismo
La sal, que contiene cloruro de sodio, es uno de los condimentos más consumidos a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta media mundial de sal es de aproximadamente 10,8 gramos al día, mientras que el consumo recomendado para un adulto sano es de menos de 2.000 miligramos diarios.
La función del sodio en el organismo es crucial. Según Sepúlveda, “el sodio entra a la célula y se mantiene adentro de la sangre. Entonces su función es que el nivel de sangre se mantenga y si tú te deshidratas, el riñón pesquisa esa deshidratación, y lo que hace es activar un sistema para producir sodio, para que atraiga el agua”. Sin embargo, un consumo excesivo de sodio provoca que el riñón compense la carga de sodio proveniente de alimentos ultraprocesados. Esto resulta en una mayor retención de agua, lo que incrementa el volumen sanguíneo y, por ende, la carga de trabajo del corazón y otros órganos.
La demanda de sal en la dieta
La nutricionista indicó que el organismo requiere un aporte natural de sal, que puede obtenerse de una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, lácteos, legumbres, huevos y pescado. Un estudio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) reveló que el sodio está presente en el 70% de los alimentos envasados y preparados. Sepúlveda advirtió sobre los efectos adversos del exceso de sodio, afirmando que “al haber mayor retención de líquido, aumentas el trabajo renal y también hay una mayor posibilidad de recargar el sistema cardiovascular”. Además, mencionó que el sobreconsumo de sodio puede ser exacerbado por una dieta poco saludable, así como por el tabaquismo y el sedentarismo.
El sodio en los alimentos procesados
La industria alimentaria utiliza cloruro de sodio y potasio para mejorar el sabor de sus productos. Sepúlveda destacó que “la industria, para que todo sea más rico, le ha ido agregando sal a los alimentos”, lo que resulta en una amplia variedad de productos, desde galletas hasta cereales y snacks, que contienen altos niveles de sodio.
La nutricionista también mencionó que ciertas poblaciones son más vulnerables a los accidentes vasculares. Aclaró que un accidente cerebrovascular (ACV) “no te va a pasar por comer un mes con más sal, sino que un ACV es el evento final de un proceso degenerativo, entonces estos procesos se han visto que parten desde incluso, en el embarazo”. La población mayor de 30 años es especialmente propensa a sufrir un ACV debido a estilos de vida poco saludables. Se recomienda reducir el consumo de carnes procesadas, como salchichas y embutidos, que son ricas en sodio y conservantes.
La hipertensión y sus complicaciones
El doctor Jorge Jalil, presidente de la Sociedad Chilena de Hipertensión y cardiólogo de la Red de Salud UC Christus, afirmó que en Chile, 3 de cada 4 adultos mayores de 65 años son hipertensos. “Es muy alto el número de población con hipertensión arterial. El adulto mayor es un paciente que necesita tratamiento para prevenir complicaciones como el ataque cerebral, cardíaco, la demencia y el cáncer”, detalló. Jalil también advirtió que cada vez se observa un mayor número de personas jóvenes con hipertensión, lo cual está relacionado con la obesidad y el sobrepeso en el país. La genética también juega un papel importante, ya que si uno o ambos padres son hipertensos, las posibilidades aumentan para sus hijos.
Recomendaciones para reducir la ingesta de sal
La OMS recomienda que los adultos limiten su ingesta de sodio a menos de 2000 mg/día, lo que equivale a menos de 5 g/día de sal, aproximadamente una cucharadita. Para los niños de 2 a 15 años, se sugiere ajustar la ingesta de acuerdo a sus necesidades energéticas. Esta recomendación no se aplica durante el periodo de lactancia materna exclusiva ni durante la alimentación complementaria. Además, se enfatiza que toda la sal consumida debe ser yodada, lo cual es esencial para el desarrollo saludable del cerebro en fetos y niños pequeños, así como para optimizar las funciones mentales en general.