Estudio revela cómo breves ráfagas de actividad física pueden transformar la salud cardiovascular

Estrategia simple que reduce hasta un 45% el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Estrategia simple que reduce hasta un 45% el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista British Journal of Sports Medicine ha revelado una estrategia sencilla pero altamente efectiva para mejorar la salud cardiovascular. Según la investigación liderada por Emmanuel Stamatakis, profesor de Actividad Física, Estilo de Vida y Salud en la Escuela de Ciencias de la Universidad de Sídney, unos pocos minutos diarios de actividad física vigorosa incidental, repartidos en pequeñas ráfagas, pueden tener un impacto significativo en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares graves, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.

Detalles del estudio

La investigación se centró en más de 22,000 personas, con edades comprendidas entre los 40 y 69 años, que no realizaban ejercicio formal en su tiempo libre. Los participantes utilizaron dispositivos de seguimiento durante una semana, lo que permitió a los investigadores medir episodios de actividad física planificada en la vida cotidiana. Este tipo de actividad, conocida como “vigorous intermittent lifestyle physical activity” (VILPA), incluye acciones breves e intensas como subir escaleras rápidamente, caminar a paso acelerado o realizar tareas domésticas a alta velocidad.

Resultados significativos

Los resultados de la investigación, que monitorearon la salud cardiovascular promedio de los participantes, evidenciaron una relación directa entre estas actividades y una drástica reducción en el riesgo de sufrir problemas cardíacos. Un hallazgo destacado fue que las mujeres que realizaron 3.4 episodios de VILPA al día redujeron en un 45% la probabilidad de padecer eventos mayores, como infartos cardíacos, en comparación con aquellas que no realizaron ninguna actividad vigorosa. Incluso una cantidad mínima, tan solo 1.2 episodios diarios, estuvo asociada con una disminución del 30% en el riesgo de eventos cardíacos graves y un 33% menos de probabilidades de infarto. Además, aquellas que lograron niveles mínimos de actividad también experimentaron un 67% de reducción en el riesgo, lo que subraya la efectividad de incorporar movimientos intensos en la rutina diaria.

Diferencias entre géneros

Sin embargo, los beneficios de esta práctica no se limitaron únicamente a las mujeres. Aunque en menor medida, los hombres que acumularon un promedio de 5.6 episodios de VILPA al día vieron una reducción del 16% en el riesgo de problemas cardíacos. Los investigadores sugieren que esta diferencia podría deberse a que, en promedio, los hombres tienden a tener niveles iniciales más altos de aptitud física, lo que hace que los beneficios de la actividad incidental sean más pronunciados.

Metodología del análisis

El análisis utilizó datos de UK Biobank, una base biomédica que recopila información detallada de cientos de miles de residentes del Reino Unido. Se llevó a cabo un monitoreo casi constante durante siete días entre 2013 y 2015, registrando de manera precisa las actividades físicas diarias y correlacionándolas con los registros hospitalarios de mortalidad hasta noviembre de 2022. Este enfoque metodológico riguroso garantizó la fiabilidad científica al aislar el impacto específico de la actividad física frente a otros factores del estilo de vida.

Implicaciones prácticas

El autor principal del estudio destacó que esta es una alternativa particularmente prometedora para las personas que no tienen tiempo, recursos o motivación para participar en ejercicios estructurados, ir al gimnasio o practicar deportes. Actividades simples como subir escaleras, cargar bolsas de compras pesadas o jugar activamente con niños y mascotas son formas efectivas de aumentar la intensidad de nuestra actividad diaria sin necesidad de un plan formal. Además, los hallazgos tienen un fuerte componente de salud pública. Según estimaciones, el 20% de los adultos de mediana edad y mayores realizan actividad física de manera regular, lo que deja una gran proporción de la población en riesgo de enfermedades cardiovasculares. La incorporación de VILPA en las actividades cotidianas puede eliminar muchas de las barreras asociadas a la actividad física tradicional, como la falta de acceso a instalaciones deportivas.