
Corría el año 2007, y el Festival de Viña del Mar estaba a punto de experimentar uno de sus momentos más insólitos con el recordado piscinazo de Felipe Avello, que levantó más de una polémica. Este evento se considera uno de los pasajes más controvertidos en la carrera televisiva del “pececillo”, y tuvo lugar hace 18 años, cuando fue elegido como “Rey feo” del Festival de Viña del Mar. Durante su actuación, Avello dedicó su acción al papa Benedicto XVI y criticó a los ejecutivos de TVN, así como a los de su propia televisora, Canal 13. En un acto que sorprendió a todos, se desnudó ante las cámaras de los canales nacionales que cubrían el evento en la piscina del Hotel Roca Blanca de Cerro Castillo.
El piscinazo y su significado
La coronación del clásico piquero que Felipe Avello protagonizó se realizó vestido únicamente con una zunga, pero luego de exhibir sus partes íntimas a la prensa presente. En un momento de su actuación, Avello expresó: “Entramos en el siglo XXI. Con este gesto damos por finalizada la transición y entramos a la democracia”, lo que pronunció a través de altoparlantes antes de lanzarse a la piscina y quitarse la zunga.
La actuación de Felipe Avello
“A mí nunca se me ha coartado”, afirmó Avello en medio de su performance. En la previa al piquero, gritó: “Daniel Fernández, a tomar aire. Benedicto XVI, cúbrase con sus capas… ¡Pececillo!”. Una vez sumergido, continuó con su actuación, esta vez despojándose de la única prenda que llevaba y agitando la zunga al estilo de las barras bravas del fútbol. “¡Pececillo forever!”, vociferó en respuesta a las risas del público. El curioso show se extendió por unos minutos, generando una mezcla de risas y asombro entre los presentes.
Reacciones y consecuencias
Al salir de la piscina, Felipe Avello, cuyo nombre real es Simón Suazo, se dirigió a los micrófonos con su habitual ironía y comentó: “Ustedes son las que hoy dieron un paso adelante. Es un día histórico, muchas gracias”. Sin embargo, la repercusión de su actuación no pasó desapercibida para Canal 13. Horas después de su piscinazo, el humorista fue notificado de la decisión del canal, que en ese momento estaba controlado por la Pontificia Universidad Católica.
La primera medida que tomó el canal fue apartarlo de “La Movida del Festival“, un programa satélite de Viña 2007 en el que Avello había asumido como panelista. Posteriormente, en marzo, tras la finalización del festival, se ejecutó su despido.