Medicamentos ineficaces: las ocho bacterias que amenazan la salud global

Las ocho bacterias más peligrosas del mundo y su resistencia a los medicamentos.
Las ocho bacterias más peligrosas del mundo y su resistencia a los medicamentos.

Millones de personas mueren cada año debido a infecciones bacterianas, incluso cuando se utilizan antibióticos para su tratamiento. En muchos casos, los medicamentos han perdido su eficacia porque las bacterias han desarrollado resistencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia bacteriana a los antibióticos causó 1,27 millones de muertes directas en todo el mundo en 2019, y se estima que 4,95 millones de muertes están relacionadas con esta resistencia.

Diferencia entre resistencia a los antibióticos y resistencia a los antimicrobianos

Cada año, del 18 al 24 de noviembre, se lleva a cabo la Semana Mundial de la Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos. Este artículo se enfoca en la resistencia de las bacterias a los antibióticos. Es importante señalar que el término “resistencia a los antimicrobianos” (RAM) abarca todos los tipos de microbios, incluyendo bacterias, parásitos, virus y hongos que han desarrollado resistencia a los tratamientos médicos convencionales.

El problema radica en que los fármacos existentes son menos efectivos o ya no funcionan en absoluto, y a menudo no hay alternativas disponibles. Esto implica que incluso enfermedades que anteriormente eran tratables, como las infecciones del tracto urinario, pueden volverse mortales.

Ocho patógenos bacterianos más importantes

A continuación, se revisan los ocho patógenos bacterianos más relevantes en el contexto de la resistencia a los antibióticos:

1. Klebsiella pneumoniae

La Klebsiella pneumoniae es un tipo de bacteria que se encuentra en los intestinos y en las heces humanas. Esta bacteria puede causar neumonía, envenenamiento de la sangre e infecciones en heridas. Si logra penetrar en el sistema nervioso, puede provocar meningitis, que es la inflamación de las meninges. En entornos hospitalarios, la Klebsiella pneumoniae puede convertirse en una de las llamadas superbacterias, que son gérmenes multirresistentes que se propagan rápidamente y para los cuales los tratamientos con diversos antibióticos son ineficaces. Esta bacteria también ha desarrollado resistencia a los carbapenémicos, que son antibióticos de reserva de amplio espectro, utilizados solo cuando otros tratamientos han fallado. Sin embargo, el uso excesivo de estos antibióticos contribuye al desarrollo de resistencias.

2. Escherichia coli (E. coli)

Las bacterias Escherichia coli (E. coli) se encuentran comúnmente en los intestinos de humanos y animales, así como en el medio ambiente, alimentos y agua. Aunque la mayoría de las cepas de E. coli son inofensivas, algunas pueden causar enfermedades como diarrea, infecciones del tracto urinario, neumonía y sepsis. Recientemente, las concentraciones de E. coli en el Sena de París generaron controversias durante los Juegos Olímpicos de verano de 2024 en Francia.

3. Acinetobacter baumannii

El Acinetobacter baumannii ha sido descrito desde 2012 como un “patógeno bacteriano oportunista emergente” asociado a infecciones adquiridas en hospitales. El riesgo de infección aumenta con la duración de la estancia hospitalaria, siendo las personas con sistemas inmunitarios debilitados las más vulnerables. Esta bacteria también presenta resistencia a los carbapenémicos.

4. Mycobacterium tuberculosis

El Mycobacterium tuberculosis (TB) es el agente causante de la tuberculosis, una infección bacteriana que puede ser mortal, especialmente en los pulmones. Algunas cepas de esta bacteria son multirresistentes, lo que significa que no responden a varios tratamientos. En 2023, se reportaron 1,25 millones de muertes por tuberculosis, incluyendo 161.000 personas que también estaban infectadas por el VIH. La OMS ha indicado que “es probable que la tuberculosis vuelva a ser la principal causa de muerte por un único agente infeccioso en todo el mundo, tras haber sido superada durante tres años por la enfermedad por coronavirus (COVID-19)”.

5. Salmonella Typhi

La Salmonella Typhi es responsable de la fiebre tifoidea, una enfermedad grave caracterizada por fiebre alta, que afecta principalmente a personas en regiones con condiciones sanitarias deficientes y donde el agua y los alimentos están contaminados, como en algunas áreas de Asia, África y América Latina. Según estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., alrededor de nueve millones de personas contraen fiebre tifoidea cada año a nivel mundial. La Salmonella Typhi ha desarrollado resistencia a la fluoroquinolona, un antibiótico de amplio espectro que presenta numerosos efectos secundarios.

6. Shigella

Existen cuatro tipos de Shigella: Shigella sonnei, Shigella flexneri, Shigella boydii y Shigella dysenteriae. Estas bacterias causan diarrea, dolor abdominal y fiebre. Se propagan a través de agua y alimentos contaminados, y también pueden transmitirse por vía sexual. Las bacterias Shigella son resistentes a las fluoroquinolonas.

7. Enterococcus faecium

El Enterococcus faecium forma parte de la flora intestinal, también conocida como microbioma. Esta bacteria puede causar enfermedades graves en personas con diabetes o enfermedad renal crónica. Los enterococos pueden provocar infecciones del tracto urinario y del sistema nervioso si logran penetrar en partes del cuerpo fuera del intestino. Además, los enterococos son resistentes a la vancomicina, un antibiótico utilizado para tratar infecciones causadas por estafilococos, que también presentan resistencia a muchos antibióticos.

8. Pseudomonas aeruginosa

La Pseudomonas aeruginosa es responsable de infecciones en la sangre, los pulmones, las vías urinarias y otras partes del cuerpo, a menudo después de intervenciones quirúrgicas en hospitales. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, ya sea por enfermedades o por medicación, son especialmente vulnerables a estas infecciones. Las bacterias Pseudomonas aeruginosa son multirresistentes, incluso a los carbapenémicos.