Consejos de psicóloga para enfrentar rupturas: eligiendo el momento adecuado y priorizando el bienestar emocional

Psicóloga ofrece claves para superar rupturas con madurez y sin culpa.
Psicóloga ofrece claves para superar rupturas con madurez y sin culpa.

Poner fin a una relación puede ser una decisión que genere angustia y miedo, así como sentimientos de culpa. Muchas personas se enfrentan a la dificultad de saber cómo llevar a cabo este proceso, ya sea por temor a lastimar a la otra persona o por dudas sobre si realmente es la mejor elección. Las emociones encontradas complican aún más la situación. Para abordar este tema, la psicóloga Liuba Ulloa compartió con el medio asociado RPP una serie de pautas que pueden ayudar a enfrentar una ruptura de manera saludable, priorizando el respeto, la claridad y el bienestar emocional de ambas partes.

1. Elegir el momento adecuado para terminar una relación

La psicóloga Ulloa señala que hay momentos en los que no es recomendable terminar una relación y que deben evitarse. Actuar de manera impulsiva puede llevar a tomar decisiones sin considerar el estado emocional o la situación de la otra persona, lo que puede complicar aún más el proceso. Ulloa aconseja evitar terminar en fechas significativas, como cumpleaños, graduaciones o el aniversario de la pérdida de un ser querido. “Por el mínimo respeto, es mejor dejar pasar esa fecha especial y conversarlo más adelante con calma”, indica.

Por otro lado, postergar la ruptura por miedo a la reacción de la pareja tampoco es una opción adecuada. Si los sentimientos han cambiado y la relación ya no tiene futuro, alargarla solo prolonga el sufrimiento de ambas partes. Por lo tanto, es esencial elegir el momento adecuado y reflexionar bien sobre la decisión para minimizar el daño.

2. Pensarlo bien antes de actuar

Uno de los errores más comunes al terminar una relación es hacerlo en un arrebato, sin haberlo meditado con claridad. Tomar esta decisión en un momento de ira o tristeza puede llevar a arrepentimientos y, en muchos casos, a reconciliaciones impulsivas, ya que no se evaluaron adecuadamente las razones detrás de la ruptura. “Lo primero es meditarlo bien, porque de aquí viene lo común de terminar y luego regresar”, explica Ulloa.

Es importante tomarse un tiempo para reflexionar si la persona en cuestión encaja en el futuro que se desea. “Hay que evaluar si realmente la quieres en tu vida o si estás dispuesto a dejarla ir”, sugiere. Además, recomienda que la ruptura se realice en persona, en lugar de a través de mensajes o llamadas, ya que el contacto directo facilita una mejor comunicación.

3. El contacto cero y el proceso de duelo tras terminar una relación

Una vez que se ha terminado la relación, lo más recomendable es mantener un contacto cero con la expareja. No seguir esta recomendación no implica inmadurez ni significa necesariamente que se terminó en malos términos; simplemente, es importante tomarse un tiempo sin comunicación para procesar la ruptura adecuadamente. Muchas personas intentan mantener contacto con su expareja, pensando que se irán distanciando poco a poco, sin embargo, esto puede dificultar y alargar el dolor de la separación. “Si has decidido cerrar un capítulo, ciérralo de verdad”, afirma Ulloa. Por lo tanto, el contacto cero es la mejor manera de seguir adelante.

El contacto cero ayudará a superar una ruptura de manera adecuada. El proceso de duelo generalmente incluye etapas como la negación, la tristeza profunda, la ira, la negociación y, finalmente, la aceptación. “Según estudios, en promedio una persona tarda unos ocho meses en superar bien una relación, aunque cada caso es diferente”, indica la especialista.

4. ¿Cómo reconstruirse después de una ruptura?

El final de una relación puede dejar un vacío emocional y romper la rutina de una persona. Para evitar caer en el aislamiento y la tristeza, Ulloa recomienda replantear objetivos de vida y retomar actividades que antes generaban felicidad. “Si te gustaba nadar, vuelve a hacerlo; si disfrutabas salir con amigos, organiza encuentros”, sugiere.

También es fundamental rodearse de personas que brinden apoyo emocional, como familiares y amigos cercanos. En casos donde la ruptura afecte la salud mental, acudir a terapia puede ser una herramienta valiosa para sanar y reencontrarse con uno mismo. Terminar una relación nunca es fácil, pero hacerlo con respeto, claridad y priorizando el bienestar emocional puede marcar la diferencia entre un cierre sano y un proceso lleno de dolor. La clave está en afrontar la decisión con madurez, respetando los tiempos propios y los de la otra persona, sin apresurarse ni posponer lo inevitable.