
…en el caso de Mabel, su vida ha estado marcada por escándalos que desafían las normas de la monarquía.
En el contexto de las familias reales, a menudo se observa la presencia de figuras que se desmarcan del comportamiento esperado, lo que comúnmente se denomina como la “oveja negra”. Un ejemplo contemporáneo de esto podría ser Mabel de Holanda, quien ha tenido un recorrido notable y a menudo controvertido. En comparación, España cuenta con el rey emérito Juan Carlos, cuyas acciones han generado múltiples escándalos que han afectado la imagen de la familia real, incluyendo a la reina Letizia, su nuera. En el Reino Unido, la princesa Diana es recordada como una figura rebelde, y el príncipe Harry ha seguido sus pasos, ganándose también el título de “oveja negra” en su familia.
Recientemente, Harry participó en un evento en Nueva York donde se encontró con Matilde, reina de Bélgica, y Mabel, la princesa holandesa. La historia de Mabel es particularmente interesante, ya que su pasado está lleno de conexiones sorprendentes. Su vida cambió drásticamente cuando se casó con el príncipe Friso, hermano del rey Guillermo de los Países Bajos, lo que la convirtió en princesa. Este matrimonio no fue bien recibido por la reina Beatriz, madre de Friso, quien mostró resistencia hacia la unión.
Mabel, nacida el 11 de agosto de 1968 como Mabel Martine Los, es hija de Henk Los y Flos Kooman. A una edad temprana, sufrió la pérdida de su padre, lo que llevó a su madre a casarse con Peter Wisse Smit, adoptando así el apellido Wisse Smit. Mabel se graduó en Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de Ámsterdam en 1993, y comenzó una carrera destacada en organizaciones pacifistas. Fue fundadora y directora ejecutiva del Consejo de Acción Europeo para la Paz en los Balcanes, y también estableció las fundaciones “War Child” y “Publish What You Pay”. Además, trabajó en la petrolera Shell en Malasia y en la Secretaría de la ONU en Nueva York. A los 30 años, fue reconocida por el World Economic Forum como una de las 100 líderes del futuro.
A pesar de su éxito profesional, Mabel tuvo relaciones que generaron controversia. Vanity Fair menciona que antes de conocer al príncipe Friso, Mabel tuvo vínculos con Klaas Bruinsma, un conocido narcotraficante en los Países Bajos. Aunque Mabel negó tener una relación con él, un guardaespaldas de Bruinsma afirmó que estuvieron juntos hasta su muerte en 1991. Además, Mabel mantuvo una relación con Mohamed Sacirbey, exembajador de Bosnia-Herzegovina ante la ONU. En 2003, surgieron rumores sobre su supuesta colaboración con los servicios secretos holandeses durante las negociaciones de Dayton, que pusieron fin a la guerra en Bosnia, gracias a su relación con Sacirbey, quien fue posteriormente acusado de malversación de fondos.
A pesar de estos escándalos, Mabel y Friso se casaron en 2004, después de que él renunciara a sus derechos dinásticos para poder hacerlo. Mabel recibió el título de “princesa” como un gesto de la familia real, aunque no formó parte de la Casa Real de Orange-Nassau. La pareja tuvo dos hijas, pero su matrimonio se vio truncado por una tragedia. En febrero de 2012, Friso sufrió un accidente de esquí en Austria, quedando en estado de coma hasta su fallecimiento en 2013. Mabel, tras la muerte de su esposo, se convirtió en viuda y continuó con su vida, manteniendo el título de princesa y gestionando una considerable fortuna.
Para 2021, se reportó que Mabel había logrado acumular un patrimonio de 850 millones de euros, gracias a inversiones realizadas con su herencia y a acciones en Ayden, una empresa de servicios financieros digitales que su esposo había adquirido. Mabel ha sido reconocida no solo por su riqueza, sino también por su compromiso con causas benéficas. Fundó varias iniciativas, como “Girls Not Brides”, “Girls First Fund” y “Mabel’s VOW for Girls”, enfocadas en combatir el matrimonio infantil.
Recientemente, Mabel se reunió con el príncipe Harry en Nueva York durante una cena en la 79ª Asamblea de las Naciones Unidas, donde ambos participaron en discusiones sobre la violencia en línea, el acoso escolar y la explotación infantil. A pesar de ser considerados “ovejas negras” en sus respectivas familias, tanto Mabel como Harry han utilizado su influencia para abogar por causas sociales importantes.