
Un reciente estudio ha revelado que los nanodiscos magnéticos microscópicos podrían ofrecer una alternativa menos invasiva para la estimulación cerebral profunda, un procedimiento utilizado para tratar diversas afecciones neurológicas. Estos diminutos discos, que tienen un diámetro de aproximadamente 250 nanómetros, es decir, 1/500 del grosor de un cabello humano, se inyectarían directamente en áreas específicas del cerebro de los pacientes. Los investigadores han indicado que estos discos pueden ser activados mediante la aplicación de un campo magnético desde el exterior del cuerpo del paciente.
Las pruebas realizadas en ratones de laboratorio, cuyos resultados fueron publicados en la edición del 11 de octubre de la revista Nature Nanotechnology, han demostrado que los nanodiscos “tuvieron un impacto en la actividad neuronal y el comportamiento”, según un comunicado de prensa emitido por Ye Ji Kim, estudiante de doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Estímulo cerebral profundo y sus implicaciones
La estimulación cerebral profunda es un procedimiento que utiliza electrodos implantados en el cerebro con el objetivo de tratar condiciones como la enfermedad de Parkinson, la epilepsia, el trastorno obsesivo-compulsivo, los temblores y el síndrome de Tourette, según la Clínica Mayo. Sin embargo, la colocación de estos implantes implica una cirugía mayor, lo que expone a los pacientes a una serie de complicaciones potencialmente dañinas.
Funcionamiento de los nanodiscos
Los investigadores han señalado que esta nueva alternativa menos invasiva utiliza un núcleo rodeado por una capa exterior cargada eléctricamente. Cuando se aplica un imán, este presiona contra el disco, lo que permite que se entreguen pulsos eléctricos a las neuronas cercanas. Este mecanismo puede encender o apagar la actividad neuronal, actuando como un interruptor electroimán. Los estudios han mostrado que estos nanodiscos pueden estimular áreas del cerebro asociadas con sentimientos de recompensa y control motor, incluyendo la región subtalámica, que es donde normalmente se implantan los electrodos para gestionar la enfermedad de Parkinson.
Desafíos y consideraciones futuras
A pesar de los prometedores resultados, los investigadores han indicado que se necesita realizar más trabajo para que estos nanodiscos sean lo suficientemente potentes para el tipo de enfermedades que afectan a los humanos. Los expertos han subrayado que la investigación realizada en animales a menudo produce resultados que pueden diferir en humanos. Polina Anikeeva, investigadora principal y profesora de ciencia e ingeniería de materiales y ciencias cognitivas, comentó: “Sí, es una partícula que bate récords, pero no tan récord como podría ser”. Anikeeva añadió que cuando se descubra que estas partículas son realmente útiles en un contexto clínico particular, se espera que se sometan a estudios de seguridad rigurosos y a gran escala.
Información adicional
Para más información sobre la estimulación cerebral profunda, la Clínica Mayo ofrece recursos y detalles sobre este procedimiento.