La esperanza de vida se desacelera: ¿hemos alcanzado el límite biológico?

La esperanza de vida muestra signos de desaceleración en su crecimiento.
La esperanza de vida muestra signos de desaceleración en su crecimiento.

La desaceleración en el aumento de la esperanza de vida plantea interrogantes sobre los límites biológicos de la longevidad humana.

La esperanza de vida de las personas nacidas en la actualidad podría alcanzar los 100 años o más, según un nuevo estudio que revela que los aumentos dramáticos en la esperanza de vida observados durante los siglos XIX y XX han mostrado una desaceleración considerable en las últimas décadas. En las poblaciones más longevas del mundo, el incremento promedio en la esperanza de vida al nacer ha sido de solo 6,5 años desde 1990, después de haber casi duplicado este promedio durante el siglo anterior, gracias a los avances en la prevención de enfermedades. Esta investigación sugiere que los seres humanos podrían estar alcanzando un límite biológico en cuanto a la duración de la vida.

El autor principal del estudio, S. Jay Olshansky, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Illinois en Chicago, afirmó: “La vida que vivimos hoy en día, en edades avanzadas, fue fabricada por la medicina. Pero estas ‘curitas’ médicas están produciendo menos, a pesar de que está ocurriendo un ritmo acelerado, lo que implica que el período de rápidos avances ahora está documentado para haber terminado”.

En Estados Unidos, un niño nacido en la actualidad puede esperar vivir hasta los 77,5 años, mientras que una niña tiene una expectativa de vida de 80,2 años, en comparación con 74,8 años para los varones, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Olshansky ha estado estudiando la longevidad durante décadas y publicó un artículo en la revista Science en 1990, en el que afirmaba que la humanidad se estaba acercando a un techo de esperanza de vida de alrededor de 85 años. Sin embargo, otros expertos no estaban de acuerdo con esta afirmación y pronosticaron que los avances en la atención de salud conducirían a un aumento continuo en la esperanza de vida.

El nuevo estudio, que se publica en la edición del 7 de octubre de Nature Aging, pronostica que los incrementos en la esperanza de vida seguirán desacelerándose a medida que se experimenten los efectos del envejecimiento inflexible. Este análisis incluyó datos de Hong Kong y de ocho países donde la esperanza de vida es alta, siendo Estados Unidos uno de los pocos países que ha visto una disminución en este aspecto.

El comunicado de prensa de la universidad señala: “Nuestro estudio anula la sabiduría convencional de que la dotación natural de longevidad de nuestra especie está en algún lugar en el horizonte delante de nosotros, donde estamos hoy. En cambio, estamos detrás del rango de 30 a 60 años. Ahora hemos demostrado que los avances de la medicina moderna están produciendo mejoras cada vez más pequeñas en la longevidad, a pesar de la velocidad vertiginosa de los avances”.

Aunque el estudio sugiere que podrían lograrse algunos años adicionales de vida, estos serán la excepción y no la norma, según Olshansky. Esto contrasta con las suposiciones de las aseguradoras y las empresas de gestión de patrimonio, que realizan cálculos basados en la expectativa de vida en aumento. Olshansky advirtió: “Este consejo es profundamente malo”.

A pesar de que el estudio indica que la ciencia puede producir beneficios, los investigadores han solicitado que se invierta en gerociencia, la biología del envejecimiento, argumentando que esta podría ser la clave para la próxima ola de extensión de la vida. “Reducir los factores de riesgo, trabajar para eliminar las disparidades y fomentar la adopción de estilos de vida saludables permitirá que las personas vivan de manera saludable”, añadió Olshansky. “Podemos superar el cristal con el que nos hemos encontrado al ralentizar el envejecimiento”.

Esta investigación proporciona una visión crítica sobre el futuro de la longevidad humana y los desafíos que enfrenta la medicina moderna en su búsqueda por extender la vida de manera significativa.