
La terapia de luz brillante muestra potencial para tratar diversas formas de depresión más allá del trastorno afectivo estacional.
La terapia de luz ha sido reconocida durante un extenso periodo como un tratamiento eficaz para el trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión que afecta a algunas personas durante los meses de invierno, cuando los días son más cortos. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la terapia de luz podría tener beneficios adicionales para otras formas de depresión.
Un estudio dirigido por Artur Menegaz Almeida, de la Universidad Federal de Mato Grosso en Sinop, Brasil, ha revisado datos que indican que, aunque la efectividad de la terapia de luz ha sido comprobada principalmente en el contexto del TAE, existe un potencial para su uso como tratamiento complementario en casos de depresión mayor. En un comunicado de prensa de la Asociación Americana de Psiquiatría, se destacó que “la exposición a la luz brillante ha sido estudiada como tratamiento complementario potencial para la depresión mayor, ya que se sabe que la exposición afecta el estado de ánimo y la función cognitiva humanas”.
El informe, publicado en la revista JAMA Psychiatry, analizó en detalle 11 ensayos clínicos aleatorios que involucraron a un total de 858 pacientes diagnosticados con trastornos depresivos no estacionales, incluyendo depresión mayor y trastorno bipolar. Algunos de los participantes también estaban bajo tratamiento con medicamentos recetados. En el estudio, se definió la terapia de luz como la exposición a una caja de luz fluorescente de 10,000 lux durante un mínimo de 30 minutos, con una duración del tratamiento que variaba entre 1 y 6 semanas.
Los resultados del estudio compararon la eficacia de la terapia de luz con otros tratamientos complementarios, como ionizadores de aire y luz roja tenue. Se consideró que una reducción del 50% o más en los síntomas depresivos era una buena respuesta al tratamiento. Según los investigadores, el 60.4% de los pacientes que recibieron terapia de luz alcanzaron este objetivo, en comparación con el 38.6% de aquellos que recibieron otros tratamientos complementarios. Además, la tasa de remisión completa fue notablemente más alta en el grupo que recibió fototerapia, con un 40.7% en comparación con el 23.5% en el grupo de tratamientos alternativos.
Los relatos de éxito en los pacientes que recibieron terapia de luz se produjeron con relativa rapidez, generalmente dentro de un mes. Las cajas de luz utilizadas en este tratamiento son significativamente más económicas que muchos medicamentos y sesiones de psicoterapia. En el estudio se mencionó que “el principal argumento a favor del uso de la terapia de luz es su costo”. Los investigadores señalaron que, aunque los costos de los antidepresivos ambulatorios pueden variar ampliamente, la terapia de luz no presenta las mismas limitaciones, lo que refuerza la necesidad de afirmar que “la terapia de luz es eficiente para los trastornos estacionales”.
Para más información, se puede consultar el Instituto Nacional de Salud Mental.