Lucía Berlin: una escritora que padeció en vida y ahora se le reconoce póstumamente

La autora estadounidense tuvo una infancia y adolescencia acomodadas. Sin embargo, el alcoholismo y precarias relaciones afectivas la llevaron a sufrir en vida y no obtuvo reconocimiento. La publicación póstuma de “Manual para mujeres de la limpieza” la hace hoy renacer en el mundo de las letras.

Nacida en Alaska, Estados Unidos, en 1936, Lucía Berlin vivió durante su infancia en diferentes localidades entre Estados Unidos, México y Chile, experiencias que le sirvieron como inspiración para sus obras. El motivo de cambios frecuentes de residencia fue el trabajo de su padre. Entre 1977 y 1999 escribió alrededor de ochenta cuentos que no fueron objeto de mayor atención.

Durante su infancia residió en lugares tan diferentes como Idaho, Arizona, Montana y Texas, entre otros, siguiendo a su padre que era ingeniero en minas. Su adolescencia, en tanto, fue en Chile. Su papá, luego de terminar la guerra, se instaló en nuestro país. Lucía fue alumna del colegio Santiago College.

En estas tierras tuvo una vida privilegiada, como ella misma confiesa en sus relatos autobiográficos: “Yo era muy bonita, llevaba ropa preciosa y todas mis amigas eran igual de frívolas y consentidas. Esquiábamos en Portillo todo el invierno, pasábamos los veranos en Algarrobo y Viña del Mar. Veíamos partidos de rugby y críquet, jugábamos al tenis y al golf”.

En 1955 viaja a México para estudiar escritura en la Universidad de Nuevo México. Durante este período publicó sus primeros escritos breves en revistas, 76 cuentos que aparecieron en medios como The Noble Savage y Atlanthic Monthly.

Lucía Berlin fue una madre soltera que luchó contra el alcoholismo hasta el fin de sus días. Para mantener a sus hijos tuvo una infinidad de empleos diversos, desde maestra sustituta hasta mucama de hotel.

Hasta 2014 la escritora era prácticamente desconocida en el mundo de las letras. Diez años después de su muerte, Stephen Emerson recopiló algunos de sus relatos en el libro “Manual para mujeres de limpieza”, prologado por la cuentista norteamericana Lydia Davis. La obra se convirtió en un fenómeno literario, tanto críticos como lectores quedaron fascinados. Semanas después de entrar al mercado, el libro ya estaba en la lista de los más vendidos. Se tradujo a 30 idiomas y la versión en español, publicada por Alfaguara, es una de las más exitosas, acumulando hasta el momento 17 reediciones.

La escritora fue tan incomprendida en vida, dada la inestabilidad emocional que la caracterizó, que uno de sus hijos, Jeff Berlin, confidencia: “De niños, pensábamos: ¿estará haciendo esto o lo otro para tener algo sobre lo que escribir?, ¿se está comportando como una loca torturada para escribirlo después?”.

Lucia Berlin se inscribe dentro de la lista de creadores no reconocidos en vida que confirman, en relación con el mérito, el famoso refrán: “La justicia tarda, pero llega”.


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