Las propinas en el mundo: ¿obligatorias, mal vistas o solo un gesto de gratitud?

Explora las diversas costumbres de propinas alrededor del mundo y su impacto cultural.
Explora las diversas costumbres de propinas alrededor del mundo y su impacto cultural.

El debate sobre la propina en Chile se intensifica. Conoce cómo varía esta práctica en el mundo y qué países tienen costumbres diferentes.

En Chile, la práctica de dejar propina, que se ha establecido en un 10% de la cuenta total, ha suscitado un intenso debate en tiempos recientes. Este tema ha cobrado relevancia, especialmente en locales que solicitan esta compensación económica sin ofrecer el servicio de garzones, como es el caso de cafeterías al paso, minimarkets, peluquerías y, en particular, cadenas de comida rápida. La controversia ha llegado incluso a la Cámara de Diputados, donde se discuten las implicaciones de esta costumbre.

A nivel global, la propina es una forma de retribución económica que se otorga por un servicio considerado satisfactorio. Sin embargo, las normas y expectativas sobre las propinas varían significativamente entre diferentes países y culturas. En muchos lugares de Latinoamérica, Estados Unidos y gran parte de Europa, dejar propina es una decisión voluntaria del cliente. No obstante, existen regiones donde esta práctica es obligatoria o se impone sin consultar al consumidor.

En Asia, por ejemplo, países como Japón y China tienen una cultura que desincentiva la práctica de dejar propinas. En Japón, las gratificaciones monetarias son poco comunes y pueden ser vistas como incómodas o incluso insultantes. James Mundy, un agente turístico en Tokio, menciona que “algunas personas todavía están dispuestas a mostrar su agradecimiento con dinero, pero no funciona así”. En este contexto, un simple agradecimiento o una felicitación son considerados gestos de mayor valor que el dinero.

En China, la aversión hacia las propinas es aún más pronunciada, ya que se relaciona con la tradición de igualdad social y la negativa a la existencia de un sistema de servidumbre. Históricamente, dejar propina ha sido visto como un acto de superioridad, y aunque la globalización ha permitido cierta flexibilidad en esta práctica, en muchos lugares sigue siendo mal vista. En algunos establecimientos que atienden a turistas, se ha comenzado a aceptar propinas, pero esto no es la norma general.

En contraste, en Dinamarca, el servicio suele estar incluido en el precio, y los propietarios de restaurantes evitan que sus empleados dependan de las propinas para complementar sus ingresos. Sin embargo, es común que los clientes redondeen la cuenta como un gesto de gratitud, lo que beneficia a los trabajadores del sector.

En varios países, la propina se añade automáticamente a la cuenta, ya sea por ley o por presión social. Esto ocurre en Estados Unidos, Canadá, Portugal, Francia, Italia, Noruega, Suiza, Países Bajos, Irlanda, Reino Unido, Brasil, El Salvador, Nicaragua y Panamá, entre otros. En estos lugares, el porcentaje de propina puede variar, y en algunos casos, puede llegar hasta un 25%.

El porcentaje de propina que se deja también varía considerablemente entre países. En Chile, el 10% se alinea con el promedio global, aunque hay lugares donde se sugiere un 5% o menos, y otros donde se recomienda dejar hasta un 25%. En España, por ejemplo, se menciona en una canción del grupo La Quinta Estación que el porcentaje de propina es mayor que en Chile, sugiriendo un 15%.

En Europa, las propinas suelen oscilar entre el 10% y el 15% del total de la cuenta, y en algunos casos, este porcentaje puede incrementarse si el cliente decide dejar una gratificación adicional. Países como Lituania, Polonia y San Marino han establecido un porcentaje fijo del 15%, mientras que en Serbia, Armenia, Canadá y República Dominicana, la propina comienza en un 20% sugerido. En Irlanda y algunas áreas del Reino Unido, el porcentaje puede alcanzar hasta un 25%, siendo este un pago que a menudo se agrega automáticamente a la cuenta.

En Sudamérica, la propina generalmente se establece en un 10%, aunque en Argentina, en ciertos establecimientos de barrios acomodados, se sugiere un 15%. Sin embargo, los clientes tienen la opción de negarse a dejar propina o de ajustar el monto según su criterio.

Por otro lado, hay países donde la propina es significativamente menor al 10%. Gambia, por ejemplo, establece una tasa de gratificación del 7,5%, mientras que en India se sugiere un 7%, aunque puede llegar hasta un 10% en algunos lugares. En Vietnam, Jordania, Indonesia, Etiopía, Madagascar y Ghana, la propina puede comenzar en un 5%. Bangladesh, por su parte, tiene la tasa más baja, fijada en un 2%, aunque a menudo este monto ya está incluido en la cuenta, lo que significa que cualquier gratificación adicional se considera un extra.