Un nuevo escándalo sacude a la familia real británica. En esta oportunidad, se trata del sobrino-nieto de la reina Isabel II, Simon Bowes-Lyon, apodado como “el primo depredador” por la prensa inglesa.
El hombre de 34 años, décimo noveno conde de Strathmore y Kinghorne podría llegar a pasar cinco años en la cárcel en caso de ser hallado culpable, tras haber admitido su delito ante el tribunal.
El familiar real fue identificado como el autor de un violento ataque sexual en su mansión del castillo de Glamis, en Escocia. El conde admitió haber entrado de madrugada y por la fuerza en la habitación donde dormía la víctima, una mujer de 26 años quien era una invitada a un evento realizado en la mansión real.
Según relata, un alcoholizado Bowes-Lyon entró a la habitación, le dijo a la mujer que quería una aventura con ella y la empujó contra la pared. Luego de media hora, la víctima pudo zafarse del forcejeo.
Actualmente, el familiar de la reina se encuentra libre bajo fianza mientras continúan las investigación. Sin embargo, su identidad ha sido ingresada al registro de delincuentes sexuales del Reino Unido.
Por su parte, Bowes-Lyon ha emitido un comunicado disculpándose por sus acciones y asegura que está “profundamente avergonzado”. Además, señaló que “el alcohol no es excusa” para justificar su comportamiento.
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