
Un avance innovador en el estudio de las capacidades olfativas de los perros podría cambiar la forma en que entendemos la interacción entre humanos y caninos. Un equipo de investigadores de la Universidad Bar-Ilan ha desarrollado una técnica remota y no invasiva para analizar la actividad cerebral de los perros mientras detectan diferentes olores. Este hallazgo, publicado en el Journal of Biophotonics, ofrece una mirada más profunda a cómo el cerebro canino procesa estímulos olfativos y sienta las bases para el desarrollo de dispositivos capaces de traducir estas percepciones en datos comprensibles para los seres humanos.
Desarrollo de la técnica de análisis cerebral
La investigación utilizó un sensor óptico de última generación que emplea tecnología láser y cámaras de alta resolución para captar patrones cerebrales en cuatro razas de perros. Estos animales fueron expuestos a una variedad de olores, como ajo, mentol, alcohol y marihuana. Se midieron tres áreas clave del cerebro: el bulbo olfatorio, el hipocampo y la amígdala, para observar cómo reaccionaban ante estos estímulos, según informó Phys Org.
Técnica de análisis moteados por láser
Esta técnica, conocida como análisis moteados por láser, es altamente precisa y, a diferencia de otros métodos como la fMRI o el electroencefalograma, permite realizar el estudio sin necesidad de sedar a los animales ni usar equipos invasivos. Los resultados destacados apuntan a que la amígdala, una región asociada con emociones y memoria, juega un papel crucial, ya que sugiere que los perros no solo reaccionan de manera sensorial a los olores, sino que también responden emocionalmente a ellos. El artículo categoriza esta función como una forma de explicar por qué ciertos olores evocan respuestas emocionales intensas en los perros.
Investigación liderada por expertos
Los investigadores, encabezados por el profesor de la Facultad de Ingeniería Kofkin Zeev Zalevsky, sostuvieron que este descubrimiento es un primer paso hacia la comprensión de cómo los perros perciben y responden a los olores. “Los hallazgos demuestran que procesan ya específicos que desencadenan distintas memorias. Además, podemos detectar ópticamente su respuesta a estos estímulos”, afirmó el medio de ciencia.
Implicaciones futuras y aplicaciones
Las implicaciones de este estudio son profundas. “Nuestro próximo objetivo es desarrollar un dispositivo portátil, controlado por wifi, equipado con una minicámara y un sistema de análisis”, explicó el Dr. Yafim Beiderman del Laboratorio de Investigación Óptica de la Universidad Bar-Ilan. “Podría montarse en la cabeza del perro y usarse para monitorear su actividad en tiempo real”, sentenció. Los perros, conocidos por su excepcional habilidad para detectar sustancias, drogas y enfermedades, podrían trabajar de manera más eficiente si son entrenados específicamente para cada tipo de olor. Este avance permitiría “leer” la mente de los perros en tiempo real, traduciendo sus respuestas olfativas y permitiendo que interactúen con su entorno a través de su sentido del olfato. Este desarrollo tiene el potencial de revolucionar la olfacción canina y mejorar significativamente su rendimiento en diversos campos, incluyendo el trabajo, misiones de rescate, seguridad y diagnóstico médico.