
Un hallazgo musical inédito ha sido realizado en un museo de Nueva York, donde se descubrió una composición desconocida del célebre artista polaco Frédéric Chopin, con más de 200 años de antigüedad.
Este descubrimiento tuvo lugar en la bóveda de seguridad de la Biblioteca y Museo Morgan de Manhattan, donde el curador Robinson McClellan encontró la pieza. Se trata de un vals que fue identificado gracias a un título que contenía las palabras “Valse” y “Chopin”.
El descubrimiento de la partitura
El curador McClellan expresó su sorpresa al encontrar la partitura, comentando: “Pensé: ‘¿Qué está pasando aquí? ¿Qué puede ser esto?’ No reconocí la música”. Ante esta incertidumbre, McClellan decidió fotografiar la partitura y tocarla en un piano en su hogar, según lo reportado por el New York Times.
Colaboración con expertos
Al notar que las notas y la composición presentaban similitudes con otras obras de Chopin, McClellan se puso en contacto con un experto en la materia, Jeffrey Kallberg, un reconocido estudioso de Chopin en la Universidad de Pensilvania. Kallberg fue quien finalmente confirmó las sospechas de McClellan.
El análisis realizado por Kallberg incluyó la evaluación del papel y la tinta de la composición, así como la verificación de la escritura y el estilo, lo que llevó al museo a concluir que se trataba de una obra auténtica de Chopin.
Características de la composición
Según la descripción proporcionada por el New York Times, la pieza consta de 48 compases con una repetición, lo que le da una duración aproximada de 80 segundos. Está escrita en la tonalidad de La menor y presenta marcas dinámicas inusuales, incluyendo un triple forte cerca del inicio.
McClellan afirmó: “Confiamos plenamente en nuestra conclusión”, y añadió que ahora es el momento de exponer la obra para que el público pueda apreciarla y formarse sus propias opiniones.
Interpretación de la obra
Para dar a conocer la pieza, el museo solicitó al pianista chino Lang Lang que la interpretara para el periódico. Los interesados pueden disfrutar de los primeros 28 segundos de la composición, y para escucharla en su totalidad, se puede acceder a la nota del New York Times.