
La animadora Pamela Díaz disfrutó de unas vacaciones en Miami, donde tuvo un encuentro inesperado con Daniela Aránguiz y su hermana, lo que la llevó a una noche de fiesta en una discoteca.
Encuentro en Miami
Durante su estancia en Miami, Pamela Díaz se encontró con Daniela Aránguiz y su hermana mientras paseaban por las calles de Wynwood. La animadora comentó: “No pensaba salir hoy día, pero qué le voy a hacer. Sin querer queriendo, me encontré con estas niñas”. Este encuentro las llevó a planear una visita a la discoteca de su “querido” Bad Bunny.
La noche en la discoteca
Antes de entrar al recinto nocturno, Pamela Díaz explicó que estaban en la lista con Daniela y algunos amigos que ya se encontraban dentro. “Vamos a entrar a la disco, se supone que estamos en la lista con la Dany y unos amigos que tenemos adentro”, dijo la Fiera.
En una entrevista posterior, Pamela compartió detalles de la noche, mencionando que había “varios perros negros bien guapos” en la discoteca. Además, reveló que se dio más de un beso durante la velada: “Nadie me conoce, entonces me porte mal, pero fue sin querer. Me equivoqué, le dio un beso a uno, después me equivoqué y le di un beso a otro”.
Momentos de diversión y baile
Pamela Díaz también describió un momento divertido en el que, de regreso a casa, ella y Daniela Aránguiz estaban bailando en el auto mientras escuchaban una canción de Bad Bunny. “Eso fue el carrete, no puedo mostrar nada porque hay cosas que con Dany dijimos que vamos a madurar, así que no podemos mostrar todos nuestros carretes”, comentó.
La animadora añadió que lo que se muestra en redes sociales puede dar una imagen equivocada: “Lo que hace es mostrarnos como locas y desordenadas y a los hombres no les gusta ese tipo de mujeres”.
Un episodio lamentable
Sin embargo, la noche no estuvo exenta de incidentes. Pamela Díaz vivió un episodio de acoso sexual al salir del baño de la discoteca. Relató: “En dos segundos casi lo mataron”, refiriéndose a la rápida intervención de los guardias y amigos que la ayudaron.
Ella explicó lo sucedido: “Es que salí del baño, querida people, y un gallo me agarró el traste. Me voy a agarrarlo yo, y lo pescan unos guardias y otros amigos lo sacaron, pero así en dos segundos. Yo tuve que decir que no le pegaran porque te juro que se lo iban a dar”.
Este incidente resalta la importancia de la seguridad en los espacios de entretenimiento y la necesidad de estar alerta ante situaciones de acoso.