
Este sábado, Canal 13 estrena la nueva temporada de «Siempre hay un chileno» con Marcelo Kiwi, quien comparte sus intensas experiencias viajando por el mundo.
Este sábado, Canal 13 dará inicio a una nueva temporada del programa titulado «Siempre hay un chileno», que será conducido por Marcelo Kiwi. En una reciente entrevista con Página 7, Kiwi compartió su experiencia viajando por diversas naciones del mundo en el marco de este proyecto. El conductor, quien ha estado involucrado en la producción de este programa, destacó que su trabajo implica contar las historias de chilenos que han decidido establecerse en el extranjero.
Marcelo Kiwi, de 48 años, comentó sobre la frecuencia de sus viajes, indicando que “prácticamente no pasa un mes sin que me suba a un avión, y cuando estamos grabando Siempre hay un chileno paso al menos cinco meses viajando”. A pesar de la emoción que conlleva su labor, también ha enfrentado desafíos significativos durante sus recorridos.
El conductor reveló que ha experimentado “varias situaciones límite” a lo largo de sus viajes. Aunque aclaró que ninguna de estas situaciones ha puesto en riesgo su vida, sí ha habido momentos de gran tensión. En particular, recordó una experiencia complicada que vivió en Marruecos, donde su llegada coincidió con el mes sagrado del Ramadán. Este mes es conocido en el calendario islámico como un periodo en el que los musulmanes practican el ayuno desde el amanecer hasta el atardecer, lo que, según Kiwi, generó un ambiente tenso en la región.
Kiwi explicó que la atmósfera en Marruecos era difícil, ya que “los habitantes de la zona estaban de mal humor ante el ayuno y era casi imposible encontrar un lugar para comer”. Además, mencionó que la grabación de su programa en ese contexto no fue bien recibida, ya que “no les gusta mucho que los graben”. En su relato, el conductor detalló que enfrentó situaciones adversas, como ser escupido en varias ocasiones y ser detenido por grabar en un mercado que estaba lleno de turistas, lo que refleja las complejidades de realizar un programa de televisión en un entorno cultural diferente.