El ciclismo es una actividad que pueden practicar personas que no son deportistas profesionales y quienes sí lo son. Es una actividad que te ayuda a mejorar tu estado físico y hasta tu salud mental y emocional.
Es cierto que el impacto al que se someten las articulaciones al usar la bicicleta es menor que al hacer otros ejercicios. Esto porque no se tiene contacto directo con el suelo, no existen cargas fuertes ni debes realizar saltos. Sin embargo, también te enfrentas a la posibilidad de sufrir alguna lesión.
Cuando una actividad física no se práctica de forma adecuada, podrían generarse lesiones de gravedad leve, media o alta. Si quieres evitar esto, sigue los consejos de expertos en temas deportivos que resumimos a continuación.
El pedaleo es lo esencial en el ciclismo
Aunque no lo percibas, una técnica errónea de pedaleo puede producir daño en la rodilla hasta el punto de causar una lesión si no la corriges. El efecto que tiene cada pedalada en la rodilla depende de la posición que tenga tu pie en el pedal.
Recuerda que la articulación de la rodilla es de bisagra, así que los movimientos que hace son de extensión y flexión. Cuando el pie no se coloca adecuadamente en el pedal y al pedalear se hace un movimiento que no sea natural en la rodilla, la presión en ella es mayor.
Para evitar las lesiones en el ciclismo debes asegurarte de anclar el pie en el pedal para que este no se desvíe. Pero también es clave la extensión que logres con las piernas.
La altura del sillín
No está bien que el sillín de la bicicleta esté demasiado bajo o demasiado alto. Aunque eso puede dar una sensación falsa de seguridad, no contribuye a evitar las lesiones.
Es primordial que la altura de esta parte del vehículo se regule correctamente, la posición en que la coloques debe permitirte extender la pierna en 155 o 160°.
Cuando la altura del sillín es la correcta, es posible tocar el suelo con la punta del pie. Como norma general, el manubrio debería situarse entre 2 cm y 5 cm más abajo que la parte central del sillín.
La fuerza al sostener el manubrio
Es normal que cuando andes en bicicleta en un terreno irregular agarres el manubrio o manillar con más fuerza. Cuando haces eso, la vibración del vehículo y tu propio peso se traslada a tus muñecas y manos.
Las consecuencias de sostener el manubrio con demasiada fuerza es que sientes hormigueo, dolor o hay sobrecarga en tus manos. Para evitar esto, asegúrate de no aplicar más fuerza de la necesaria en cuando practicas ciclismo. Es clave encontrar un equilibrio que te permita sostener el manubrio sin sobre exigirte.
