“El Juego del Calamar”: Ricos jugando con pobres

¿Estarías dispuesto a morir por dinero? ¿Y a matar? ¿A cuántos? Con ese tipo de preguntas se mete "El Juego del Calamar".

el juego del calamar
Una de las pruebas de "El Juego del Calamar", donde si fallas te matan.

El Juego del Calamar acumula cada vez más público en Chile y el resto del mundo ¿Por qué? Aunque la factura técnica, la fotografía y las actuaciones son sobresalientes, es la propuesta del guion, en general y en detalle, lo que explica el atractivo que genera esta serie coreana.

(Todo lo que se describirá a continuación se desprende del primer capítulo de El Juego del Calamar, y quizás de parte del segundo, pero fuera de eso no contiene grandes spoilers. De todas formas, los comentarios se basan en la totalidad de la serie)

A lo largo de sus 9 episodios, esta producción plantea situaciones y cuestionamientos con los que muchos nos podemos relacionar. Porque, más allá de la suerte, los méritos y el carácter de cada uno, la angustia que producen las deudas es, actualmente, casi parte de la condición humana.

Desde ese punto de partida -personas afligidas por el dinero que deben- se construye un relato que es al mismo tiempo un thriller policíaco y una metáfora de la realidad.

El Juego del Calamar pone a personas desesperadas a jugar juegos infantiles, con un enorme detalle: el que pierde, muere. Ya sea tirando la cuerda o jugando a las bolitas, si pierdes, mueres. Nada menos. Pero, quien logre superar los 6 juegos que comprenden el sádico evento, ganará billones. Más que suficiente para solventar sus deudas y vivir una vida de abundancia.

Surgen entonces las preguntas obvias ¿Estarías dispuesto a morir por una posibilidad para salir de tus deudas? ¿Sí? ¿Y a matar? ¿También?

Los conflictos morales y prácticos se suceden a lo largo de los capítulos. Y si en un principio los participantes se espantan ante las reglas del juego, con el correr de los episodios las empiezan a aceptar.

Después de todo, si ya murieron muchos buscando el premio ¿Qué importa si mato algunos más? ¿O en realidad sí importa?

De fondo, como espectadores de todos los cuestionamientos y atrocidades, personas que ya tienen más dinero que el que podrían gastar esforzándose.

Surgen entonces la pregunta más importante y terrible de todas las que plantea El Juego del Calamar: ¿Juegan con los pobres los ricos del mundo?