
Este sábado se llevó a cabo el estreno del primer capítulo de “Camino a Viña”, un programa donde la conductora Karen Doggenweiler tuvo la oportunidad de dialogar con Soledad Onetto sobre su experiencia como animadora del Festival de Viña del Mar. En este contexto, Soledad recordó su paso por el certamen viñamarino, donde compartió escenario durante dos años consecutivos, en 2009 y 2010, junto al fallecido comunicador Felipe Camiroaga.
Recuerdos de una pareja icónica en Viña
Al rememorar anécdotas de su tiempo en el festival, Soledad Onetto destacó que junto a Camiroaga formaron “una pareja muy elegante y lo hicimos muy bien”. En un tono de broma, afirmó: “Fuimos la mejor pareja, yo creo”. Por su parte, Karen Doggenweiler comentó que ambos dejaron una huella de rigurosidad y conexión con el público, lo que, según ella, es algo muy valioso.
El famoso beso en el escenario
Durante la conversación, Karen le preguntó a Soledad sobre el famoso beso que no se dio con Camiroaga en el escenario. Soledad, con humor, respondió: “Cuando todas morían por darle un beso. Oye, yo menos mal que no me enamoré de él. Menos mal”. En este sentido, Soledad explicó que en ese momento estaba muy enfocada en su vida personal, ya que estaba casada y muy enamorada, lo que hizo que no hubiera posibilidad de un beso.
Soledad Onetto aclaró que su decisión fue absolutamente personal y no estaba relacionada con creencias religiosas. Explicó: “Lo encontraba como tan gratuito, Rodrigo iba a estar ahí, era como incómodo. No, dije ‘esto se resuelve de otra manera’. Y lo resolvimos de otra manera”. Además, reveló que Felipe Camiroaga respetó su decisión y estuvo de acuerdo con ella, indicando que no fue un tema de discusión entre ellos.
La evolución de las tradiciones en el Festival
Finalmente, Soledad Onetto mencionó que la tradición del beso entre los animadores ha ido perdiendo fuerza en el Festival de Viña del Mar, lo que refleja un cambio en las dinámicas del evento a lo largo de los años.