En el último episodio del reality «Palabra de Honor», la participante Faloon Larraguibel compartió detalles sobre su separación matrimonial con Jean Paul Pineda. Durante una conversación con sus compañeras Natalia Urtubias y Rubí Galusky, Larraguibel se sinceró sobre el impacto de su decisión en su vida y en la de su familia.
Reflexiones sobre la separación
Faloon Larraguibel, quien es conocida por su participación en el programa «Yingo», reveló que su separación no solo afectó su vida, sino que también empoderó a otras personas, incluyendo a su madre. En sus propias palabras, “En algún momento cuando me separé y pasó todo esto, siento que le di las fuerzas a mi mamá para separarse. La empoderé un poco”. Esta declaración resalta cómo su experiencia personal ha tenido un efecto positivo en su entorno familiar.
La relación con su padre
En su relato, Larraguibel también habló sobre su padre, afirmando que “es un excelente papá. Nunca me faltó nada, pero sí hubo un tiempo en donde sí lo pasamos mal”. Esta afirmación sugiere que, a pesar de las dificultades, su padre ha sido una figura importante en su vida.
Impacto en otras mujeres
Además de su experiencia personal, Faloon Larraguibel mencionó que ha recibido numerosos mensajes de mujeres a través de sus redes sociales. Estas mujeres le han compartido sus historias y han expresado que su testimonio les ha inspirado a dejar relaciones tóxicas. “Muchas mujeres me escriben a diario, por Instagram, las redes sociales, contándome sus historias, y diciéndome: ‘me separé porque vi tu historia y sé que se puede’. Eso es una huea bacán”, comentó Larraguibel, destacando el poder de su relato en la vida de otras personas.
Reflexiones sobre la violencia intrafamiliar
En el transcurso de la conversación, Larraguibel también abordó el tema de la violencia intrafamiliar que sufrió durante su matrimonio con Jean Paul Pineda, un asunto que se hizo público en marzo de este año. Ella expresó que, tras la divulgación de su situación, sentía “vergüenza de salir a la calle e ir a buscar a los niños al colegio, porque todo el mundo me miraba, así como ‘chucha a la Faloon le pegaron y ahí está’”. Sin embargo, Larraguibel reflexionó sobre la naturaleza de esa vergüenza, afirmando que “a uno no le debería dar vergüenza a uno, sino a ellos”, sugiriendo que la culpa recae en los agresores y no en las víctimas.